El lenguaje corporal dice a los demás características de nuestra personalidad o como nos sentimos en ciertos momentos y es un lenguaje que siempre está presente, inclusive cuando nos vamos a dormir.
Por ejemplo, si sueles dormir boca arriba, significa que eres una persona fuerte y silenciosa. Por el contrario, cuando duermes sobre tu estómago, es porque tienes una personalidad abierta, juguetona y sociable.
Pero, ¿qué pasa cuándo dormimos con nuestra pareja? Estudios realizados, han encontrado que dependiendo la posición en que se duerma, se puede saber cómo es la relación.
•De “cucharita”: esta posición la utilizan aproximadamente el 18 por ciento de las parejas y es una muestra de protección y confianza hacia el ser amado.
•Media “cuchara”: entre más avanza la relación, disminuye la emoción de querer estar tan cerca con la pareja, por lo que esta posición es frecuente en aquellos que quieren acomodarse para tener mejor calidad de sueño.
•La “persecución”: es como cucharear pero en este caso, uno de los dos huye hacia un lado de la cama mientras el otro lo persigue y abraza por atrás. Puede significar un juego por parte del perseguido que quiere tener atención o solo busca hacerse el difícil
•Entrelazados: se da generalmente cuando la emoción está muy fuerte como cuando acaban de tener sexo y es una señal de deseo y pasión.
•Dormir de espaldas sin tocarse: aunque se crea que algo anda mal si se duerme de espaldas, esto no es cierto, ya que también significa que la pareja está muy bien conectada que muestran tanto la cercanía como la independencia de su relación.
•Abrazados: esta posición donde uno descansa su cabeza en el pecho del otro, mientras sus piernas se entrelazan, quiere decir que hay un alto nivel de confianza y sensación de protección. También es un signo de que se tiene una excelente vida sexual.
•Con los pies entrelazados pero sin estar abrazados:generalmente es una insinuación para tener un encuentro sexual o establecer una conexión emocional. La postura también demuestra que las vidas de la pareja están entrelazadas y que ambos funcionan como una sola persona. Puede ser que uno termine las frases del otro o que sepan que están pensando sin que digan una palabra.
•Estrella de mar: cuando una persona acapara la mayor parte de la cama, dejando un pequeño espacio para la otra, significa que esa personas tienden a ser egoístas por lo que generalmente busca tener el control de la relación delegando al otro un papel secundario.
Por último, las personas que tienen la cabeza más cerca de la cabecera tienden a sentirse más dominantes y confiados, mientras que aquellos que la colocan lejos de ella, suelen ser sumisos y tienen poco autoestima. (Con información de Viralike)
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